Factores que determinan el efecto de los fármacos

La capacidad de una sustancia de actuar como fármaco, se ve limitada por diversos factores, dentro de los cuales figuran: su naturaleza física, determinada por su estado (sólido, líquido o gaseoso), el tipo de molécula (carbohidrato, lípido, proteína o componentes de ellos), su característica química (ácido o base débil); esta, particularmente determina que estas sustancias sean capaces de ionizarse, liberando o aceptando un hidrógeno, lo que es fundamental para el comportamiento del fármaco en el organismo. Así mismo, la acción del fármaco también depende del tamaño de la molécula, en función a su capacidad de atravesar las membranas biológicas del organismo (estas tienen un efecto de barrera).

Además de tener una naturaleza y tamaño que le permitan acceder al organismo, el fármaco debe ser capaz de interactuar con su receptor, lo que puede ocurrir mediante la formación de enlaces (hidrofóbicos, electrostáticos y covalentes).

Cuando un fármaco interactúa con su receptor formando enlaces covalentes, éstos no se pueden romper nunca más, de modo que es una interacción definitiva. En contraste, las interacciones electrostáticas son fuerzas eléctricas que actúan entre el receptor y el fármaco y pueden ser muy poderosas, pero se pueden romper con facilidad, es decir, no son definitivas.

Por su parte, los enlaces hidrofóbicos son débiles y corresponden a la mayoría de las interacciones que establecen los medicamentos con sus receptores; esta “debilidad” está dada porque la unión es sólo probabilística (estimada), en cuyo caso, si el receptor es capaz de establecer esta interacción con fuerza, se establece que el receptor tiene alta afinidad por el fármaco, por tanto “no lo va a soltar con facilidad”.

La afinidad del receptor por el fármaco se ve limitada por la estructura de este. La unión fármaco-receptor, comúnmente se relaciona con un sistema “llave-cerradura”, en el cual, se hace necesario la especificidad de la estructura (del fármaco) para que de este modo pueda “calzar” en el receptor. Esto es particularmente frecuente con fármacos que presentan isómeros, que corresponden a una misma estructura, con cambios en la ubicación de los radicales, lo cual determina la forma en que se une el fármaco con el receptor y con ello, el efecto farmacológico. Por ejemplo, el fármaco carvedilol, tiene cuatro isómeros, cuatro formas distintas y solamente dos de ellas pueden generar el efecto farmacológico, las otras dos se antagonizan entre sí, es decir, compiten entre sí por unirse al receptor, con lo cual se anula el efecto.

Indicaciones

Las indicaciones corresponden a las condiciones en las cuales se autoriza el uso de un medicamento, en condiciones específicas, considerando los riesgos que representa el uso per se. Es decir, corresponde a una razón validada para emplear un determinado medicamento.

Esta validación proviene de los resultados de las investigaciones realizadas en la fase preclínica y clínica del medicamento. Las indicaciones son precisas y consideran el uso en situaciones puntuales y en población limitada. Es necesario que, al utilizar un medicamento, se conozca claramente cuáles son las indicaciones autorizadas en un territorio específico. El hecho de que un medicamento esté autorizado para determinadas condiciones en otro país no implica que ello sea generalizado en otros países. Para que un medicamento se le autorice su utilización en un país, debe demostrar dos condiciones sine qua non: eficacia y seguridad; para ello, la Autoridad Sanitaria de referencia, que en el caso de Colombia corresponde al Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos INVIMA, es el responsable de autorizar la comercialización de medicamentos de uso humano y veterinario, para lo cual revisa detalladamente la información de seguridad y eficacia de los medicamentos, con base en lo cual autoriza a través de un Registro Sanitario, el uso de estos productos, especificando las indicaciones.

Los usos por fuera de las indicaciones autorizadas exoneran de toda responsabilidad en cuanto a la seguridad y eficacia tanto al titular del registro sanitario, como al INVIMA. Es así como manejar en la práctica clínica el concepto de indicación, aporta en gran medida al uso racional y adecuado de medicamentos en la población.

Contraindicaciones

Contrario al concepto de indicación, las contraindicaciones corresponden a situaciones específicas en las cuales no se debe utilizar un fármaco, ya que puede ser dañino para la persona. Al igual que las indicaciones, están claramente detalladas en la información del Registro Sanitario de cada medicamento, por lo cual, es menester de los profesionales sanitarios, los cuidadores, pacientes y otros actores del sistema sanitario, revisar y asumir esta información antes y durante el uso de cualquier medicamento, para con ello, garantizar el uso adecuado de los mismos.

Dosis

La dosis corresponde a la cantidad de principio activo de un medicamento (expresado en unidades de volumen o peso por unidad de toma en función de la presentación) que se administra de una vez. Es considerada como la cantidad de fármaco efectiva, capaz de generar un efecto farmacológico. La sobredosis es el uso por encima de la dosis máxima tolerada. Otro concepto de dosis incluye la cantidad de fármaco a la que se expone un individuo durante un período de tiempo. En ese sentido, la dosis es una medida de la exposición. Usualmente se expresa en miligramos (cantidad) por kilo (medida del peso corporal) por día (medida del tiempo). Ejemplo, 15mg/kg/día en cuyo caso debe dividirse por la frecuencia, según sea el fármaco.