Teniendo en cuenta que el merchandising se planifica con el propósito de provocar en el cliente un sentimiento de compra imprevista adicional a su compra principal, se pueden establecer cuatros objetivos principales:
Garantizar la venta de productos foco y aumentar la rentabilidad.
Atraer a nuevos clientes al punto de venta y a las marcas.
Aumentar el valor promedio de la compra de los clientes.