Salud física y mental

La cuarta manera en que nos impactan las emociones es en nuestra salud física y mental. 

En primer lugar tenemos que referirnos al estrés, hay un continuo de estrés, desde el que no existe, cuando uno está a gusto y está tranquilo, hasta el estrés positivo, por ejemplo, cuando uno está bajo presión para rendir al máximo o cuando se le plantea un reto, este estrés nos mantiene alerta y enfocados. 

Luego está el estrés con angustia, especialmente la angustia aguda que transcurre de manera momentánea. 

Finalmente, está el estrés crónico, que ocurre cuando experimentamos factores de estrés por un período muy largo y prolongado en el tiempo y es de alta intensidad. Lógicamente, cuanto mayor es el estrés crónico, peor para nuestra salud física y mental.

La Asociación Americana de Psicología (APA) afirma que el estrés prolongado puede producir ansiedad, insomnio, enfermedades cardíacas, depresión, obesidad, alta presión y debilitamiento del sistema inmunitario con lo cual predispone a las enfermedades infectocontagiosas.

Cuando el cuerpo está estresado, los músculos se tensan. La tensión muscular es casi un reflejo automático del estrés y es la forma que tiene el cuerpo de protegerse contra las lesiones y el dolor. Sin embargo, se ha demostrado que las técnicas de relajación y otras terapias para aliviar el estrés reducen eficazmente la tensión muscular disminuyendo la incidencia de ciertos trastornos relacionados con el estrés, como el dolor de cabeza, cuello y espalda aumentando la sensación de bienestar.

La sensación de tristeza por periodos prolongados de tiempo hace que las personas descuiden sus hábitos saludables( alimentación, ejercicios, descanso, diversión, etc.) interfiriendo negativamente en el autocuidado y por lo tanto su salud.

Así mismo, al experimentar emociones más agradables puede amortiguar el impacto negativo del estrés. Por ejemplo, cuando ocurre el nacimiento de un hijo o cuando se está muy enamorado, se siente tanta alegría que esto amortigua cualquier situación negativa que te toca afrontar.

En definitiva, experimentar estrés con angustia y estrés crónico por periodos largos de tiempo, puede llegar a afectar de manera negativa  la salud y la conducta de las personas. 

Ejercicio

Por quince (15) días, escribe todos los días, 2 razones por la cual te sientas agradecido y colócalo en un lugar visible. Al final de los 15 días debes tener 30 razones, cada vez que te sientas abrumado o triste, lee las razones por la cual te sientes agradecido y analiza si esto te ayuda a afrontar mejor el estrés. Como se mencionó anteriormente, las emociones positivas como la gratitud pueden amortiguar el estrés.

El mensaje aquí es que tenemos que aprender a gestionar nuestro estrés con cuidado. Debemos tener cuidado con nuestra mentalidad en torno al estrés y tenemos que encontrar una manera de tener un mayor equilibrio de las emociones agradables a las desagradables.